De a pie , noticias Miércoles, 15 octubre 2014

Cuando la Seguridad Vial en el Perú sirve para culpar a los peatones de su muerte

Por la información que recibimos sobre los accidentes de tránsito a lo largo de estos años -inclusive décadas- parece que nos hemos vuelto indiferentes ante este problema de salud pública.

Este fin de semana vi un reportaje titulado «Atropelló, huyó y lo encontraron», pasó 2 meses atrás en Villa El Salvador donde un conductor en aparente estado de ebriedad atropelló a una mujer y esta perdió una pierna. El conductor llegó a un acuerdo con la víctima para indeminzarla aunque no cumplió y terminó -por el contrario-, denunciándola a por el vehículo que le dejó en garantía. El sentimiento de impotencia que se da en estos casos se ve reflejado en la reacción de los vecinos indignados que quieren moler a patadas al conductor, que testifican diciendo que se le veía alcoholizado (aún cuando el dosaje etílico sale negativo) y cuando la hija de la víctima lo encuentra después de 2 meses y lo agarra a golpes. Este último giro, puede que despierte el interés de la audiencia, muy probablemente curtida a los accidentes de tránsito.

Tanto es así que ni siquiera se pide explicaciones a las autoridades para saber qué están haciendo para controlar la tendencia creciente y la severidad en los accidentes de tránsito. Se espera «que la justicia sea justa», se endurezcan las sanciones (el Código Penal ya prevé como delito el conducir en estado de ebriedad) pero no se dan soluciones preventivas, como sí lo vienen haciendo otros países de la región como inversiones millonarias en transporte público y en transporte no motorizado (bicicletas y peatones), acciones de tráfico calmado (zonas donde la velocidad máxima es 30 km/h).

De las imágenes de la zona donde se produjo el accidente, se ve que no hay veredas en toda las zona, existen obstáculos como gradas, hasta una escalera de cemento y no hay zonas de paso de peatones. Esto no es exclusivo de Villa El Salvador, la ausencia de veredas o zonas de protección para peatones es común en toda la ciudad, desde la exclusiva Avenida Olguín en Monterrico, Surco (más allá de la Universidad de Lima se acaba la vereda) hasta zonas en San Isidro donde los autos invaden las veredas y por cierto los bloques de ladrillos se están saliendo.

Causas de accidentes de tránsito en Lima y Callao

Causas de accidentes de tránsito en Lima (azul) y Callao (rosado)

Entonces si ya es más que sabido que los conductores matan personas al manejar sus vehículos, parece que aquellos que generan la información (autoridades), así como de quienes la difunden (medios de comunicación) les suena más innovador o simplemente rentable darle un nuevo enfoque al tema tan desgastado y traer un nuevo protagonista a la ecuación en los accidentes de tránsito: el peatón. Suena interesante desde el punto de vista que es el eslabón más vulnerable en la cadena del transporte; sin embargo, esta vez el peatón es protagonista por otras razones: EL PEATÓN ES IMPRUDENTE.

De la gráfica podemos ver que la cantidad de accidentes de tránsito donde el peatón no ha respetado una señal de tránsito es mínima en comparación con las grandes causas de accidentes de tránsito: exceso de velocidad, invasión de carril, maniobras no permitidas o ebriedad en la conducción, todas ella en el ámbito de acción de los conductores.

Declaraciones del Consejo Nacional de Seguridad Vial ente que vela por nosotros

Declaraciones del Consejo Nacional de Seguridad Vial del Ministerio de Transportes, ente que vela por nosotros (?)

No se si se han dado cuenta que en la primera imagen ni siquiera hay vereda ni paradero o en la segunda imagen hay un puente peatonal que no permite a las personas desplazarse de manera continua, sino que terminamos siendo un obstáculo para los autos, y nada que decir de las personas que cargan peso, llevan niños en brazos, en coches, adultos mayores o personas con discapacidad (como la señora del reportaje que injustamente perdió una pierna).

Solo en el 2013, en todo el Perú hemos tenido más de 100 mil accidentes de tránsito, de lo cuales la quinta parte son atropellos (a peatones); siendo que más del 70% de ellos derivan en muerte. Si sumamos que más de 3 mil personas mueren en accidentes de tránsito al año y en el 20% de los casos el conductor se da a la fuga, ¿quién el es el más vulnerable? ¿quién merece ser protegido? ¿cuáles son las principales causas de accidentes y qué se debe hacer al respecto?. Veamos las declaraciones oficiales del Consejo Nacional de Seguridad Vial del Perú:

Medri Gonzáles confirmó que gracias a campañas como «Cambiemos de actitud» se redujo en 2% -desde el 2012- la cifra de accidentes y muertes producidas por imprudencias de los peatones.

Veamos:

Acerca de las acciones para reducir el número de accidentes de tránsito, declara la autoridad peruana que:

El segundo factor –dijo– son las pocas obras viales. En los últimos diez años el parque automotor en el país creció 230%, mientras que el número de vías aumentó en solo 2%.

«Solo en Lima se necesitan por lo menos cuatro vías expresas más o cuatro avenidas Javier Prado para que el flujo vehicular mejore», indicó Medri, quien agregó que el control y la fiscalización, así como la educación, son elementos primordiales para mejorar las citadas deficiencias.

Pucha, en documentos oficiales del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones de Chile ya se reconoce como un gran problema para las ciudades el numero creciente del parque automotor y su efecto en la congestión (y accidentes), por ello consideran necesario inversiones importantes en materia de transporte urbano a fin de evitar el deterioro en la movilidad que vienen sufriendo.

Y pensar que estas declaraciones se dieron en el marco de la reunión en Lima del Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial (OISEVI) que agrupa a 20 agencias de América Latina y España. Menos mal su representante pudo dar declaraciones más sensatas que esperemos sean tomadas en cuenta:

Sobre a infraestructura vial en la región, la secretaria técnica del Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial, Corina Puppo, recomendó a los países retirar del centro urbano los automóviles y educar a la población para que se desplace a pie o a través de unidades que no contaminen el medio ambiente y sean sostenibles.

«A nivel mundial ya existe la tendencia de crear ciudades pensando en las personas. El problema en nuestros países es que la infraestructura vial no está concebida para usuarios vulnerables como los peatones, ciclistas y motociclistas, por eso los índices de siniestralidad son altos«, indicó.

De igual modo, sobre las acciones para reducir la lesividad y numero de accidentes, indicó:

«… es urgente lograr que los países miembros de ese organismo  unifiquen dentro de sus territorios los requisitos para la tramitación de licencias. «Estos deben ser exigentes», indicó

Finalmente, sobre las cifras del Consejo Nacional de Seguridad Vial y la imprudencia del peatón, el blog Lugares Comunes señala que:

Según cifras de la policía alrededor de la mitad de estos atropellos se debe a la «imprudencia del peatón.» Esto quiere decir que la otra mitad de los peatones murieron mientras cumplían las reglas de tránsito. Si asumimos que la mitad de los peatones cumplen las reglas de tránsito todo el rato, y la otra mitad las incumplen todo el rato, tenemos que es igual de probable morir cumpliéndolas que incumpliéndolas. Si asumimos que más de la mitad de los peatones las incumplen, es más probable morir cumpliéndolas. ¿Cómo culpar a los peatones de su propia muerte entonces si es tan peligroso ser «prudente» como ser «imprudente»? En Perú, las reglas de tránsito para peatones no sirven para protegerlos, sino para culparlos de su propia muerte.

De manera aleatoria encontré un video sobre la información oficial que brindan en Buenos Aires. ¿Les comenté que en Argentina existe tolerancia cero al alcohol en la conducción?

Ojalá en el Perú, algún día nuestras autoridades se reconozcan como peatones y empicen a trabajar en beneficio de todos.